Una década del mejor periodismo dedicado al ciclismo (no sólo urbano) es lo que celebra la revista Cisclosfera en mayo. ¡Enhorabuena! Con la actriz Elena Anaya sobre su Brompton en la portada del primer número arrancó un periplo que ahora pedalea, en la primavera del 2022, por Valencia. En la estela del BiciFest, el Tinglado 2 de La Marina acoge los días 13, 14 y 15 de mayo la primera Ciclosferia organizada por Ciclosfera y l’Ajuntament de València. Disfrutaremos de tres días dedicados a la bicicleta y la movilidad urbana conociendo de cerca sus ventajas y el enorme abanico de opciones que el velocípedo nos ofrece, uno de los inventos que más alegrías ha proporcionado a la humanidad. Habrán expositores de bicis urbanas, pintura en directo del cuadro de una bici, conciertos de Huracán Romántica, Tesa o Joe Pask, concurso de plegado de Brompton (el ganador se llevará un casco y una botella Closca), food-trucks, actividades infantiles y hasta una bike parade. Conversamos con Rafa Vidiella, director de Ciclosfera, para ahondar más en este evento, en los horizontes del ciclismo urbano a nivel local y global, y en este maravilloso tsunami económico, cultural y verde que representa la bici. SERGIO BELLO
Administraciones, el propio sector y la ciudadanía… parece que apuntan hacia la edad de oro de la movilidad urbana con ayuda de la bici, pero ¿es más un deseo que una certeza? ¿Qué pronósticos se contemplan? ¿Qué lecciones podemos obtener de las culturas más avanzadas en este sentido?
Si hay algo que los últimos años nos han dejado claro es que la única certeza es… ¡que no hay ninguna certeza! Así que es difícil, también, aplicar esa palabra hablando de ciclismo urbano. Pero, en cambio, lo que sí es cierto es que hay una serie de problemas crecientes a los que la bicicleta puede dar solución: hablo de la contaminación en las ciudades, del crecimiento de la población en ellas y de la ineficacia creciente del vehículo privado a la hora de desplazar a los ciudadanos. De la creciente escasez y auge de precios de los recursos naturales, que parecen exigir formas de movilidad mucho más eficaces energéticamente. La recuperación del espacio público para las personas, el inadmisible número de atropellos y accidentes provocados por el uso indebido y excesivo de los automóviles… Muchos problemas generados, básicamente, por una cultura, una sociedad, que se ha entregado al coche privado. Algo que en otras culturas, en otros países, ya han detectado y empezado a solucionar, y que, por lógica también, solucionaremos en la nuestra, con diversas herramientas entre las que se encuentra la bici.
¿Cuáles son los objetivos de Ciclosferia València 2022?
Muy en línea con lo explicado antes, nuestro objetivo es mostrarle a la ciudadanía, a la gente de la calle, las muy distintas opciones que ofrece el ciclismo urbano como forma de movilidad. Enseñarle, de una manera práctica y tangible, cómo se usa y qué ventajas tiene una bicicleta convencional o plegable. Explicarle a una gran parte de la población, que todavía no lo tiene del todo claro, qué es una bicicleta eléctrica, qué beneficios les traerá y cómo es probable que pueda sustituir a un coche. Y lo mismo con las bicicletas de carga, con un montón de accesorios… En ese sentido, Valencia nos parece ideal: el hecho de que la ciudad vaya contando con una infraestructura adecuada y que la bici se esté integrando en la cultura colectiva ofrece un escenario ideal y seguro para poder transmitir y hacer reales todas esas sensaciones.
Ciclosfera ha logrado ser un gran altavoz dentro de la comunidad ciclista involucrada en conseguir mejores ciudades, pero necesitamos más cuota de poder periodístico especializado viendo la que se avecina: cambio climático, crisis energéticas, etc. ¿Cómo interpretas este escenario?
En efecto, creo que uno de los problemas en los que se suele incurrir al hablar de bicicletas y ciclismo urbano es la endogamia, el dirigirse a un lector / público ya convencido y que está de acuerdo de antemano contigo, generándose así un círculo vicioso que poco aporta a cambiar las cosas. Por eso en Ciclosfera siempre hemos intentado encontrar esa bicicleta que suele circular en el cerebro y el corazón de la gente: igual que la usabas de pequeño, igual que te daba felicidad, independencia y autonomía entonces, lo hará ahora, y además te facilitará un estilo de vida más saludable, eficaz y barato. Eso ha sido parte de nuestra filosofía y línea editorial, pero desconozco cómo lo harán otros medios de comunicación. Lo que sí sé es el enorme peso que tiene, por ejemplo, la industria del automóvil, y cómo eso dificulta una apuesta clara editorial en favor de la bici en lugar del coche. O cómo la bicicleta y el ciclismo urbano son utilizados en nuestro país por muchos como herramienta política, o como arma arrojadiza por parte de sectores y medios conservadores o directamente reaccionarios. La bici es una herramienta de cambio, y los cambios no son bienvenidos por muchos, pero de una forma u otra se producen, adquieren protagonismo, y espero que eso se vea en las calles y también, por supuesto, en los medios de comunicación.
¿Qué otros proyectos, festivales, ferias, encuentros o sorpresas marcados en la agenda nos puedes adelantar?
Ciclosfera cumple ahora diez años, pero es cierto que en los últimos tiempos, y evidentemente debido a la pandemia, algunas cosas se han acelerado. Pero no han cambiado nuestra filosofía: además de como trabajo y forma de vida, nos mueve la pasión y el anhelo de cambiar y mejorar las cosas y transmitir un estilo de vida, con la bici como principal herramienta, más empático, saludable, práctico y respetuoso con los demás y con uno mismo. Ese afán por comunicar y compartir cosas seguirá siendo nuestro eje, que ahora da un paso más con la experiencia de organizar una feria en una ciudad como Valencia. Queremos seguir con la revista impresa, que hemos mejorado notablemente en los últimos tiempos. Nos encanta informar a través de la página web e interactuar con muchísima gente a través de las redes sociales. Y, por supuesto, sería fabuloso repetir eventos como Ciclosferia en Valencia y otras ciudades, internacionalizar más el proyecto (que ya tiene decenas de miles de seguidores en otros países) o aumentar todavía más el abanico informativo con nuevas secciones, contenidos y enfoques. Pero vamos poco a poco, concentrándonos y dejándonos la piel en cada acción e intentando compatibilizar tanto trabajo, y tanto tiempo y energía depositados en él, con otros ámbitos fundamentales de la vida, como cuidar a nuestras familias.