Barraca, 92 · T. 961 189 554 · 20/25€
Mi reseña será como el carácter de este Barbaritats: sencilla y sincera. Y es que este es uno de mis lugares favoritos en esta ciudad, porque huele a solazo y a vermut casero, a pescado de lonja, a verduras del barrio. Huele a simpatía, a sonrisas de verdad, a te invito a un vinito, a casita. Cada persona que he sentado en Barbaritats recuerda un plato diferente: a Enric le encantó el arroz meloso con pollo y jengibre; a Isa, la fideuà de embutido con salsa de ajo confitado; a Inés, su titaina con tataki de atún de aleta amarilla y sal negra. Pero para mí, bien lo saben ellos, no hay nada mejor que el tartar d’Ontinyent (carne de cerdo en frío con llavoretes, pimienta, piparra dulce, perrins y regañás de sésamo) o la sepia con mayonesa de lima y miel. Tradición y modernidad se unen cada día en Barbaritats porque respetan la cocina de siempre, pero les encanta innovar. Menos en el trato; ahí, ni novedades ni postureos, son majos y punto. MADAME G.