Cuatro ediciones de este certamen que tiene por objeto difundir y sensibilizarnos sobre los conflictos que afectan a los colectivos LGTBI. Organizado por la asociación Lambda, La Ploma nos trae treinta piezas inéditas en nuestra comunidad en un programa organizado en tres categorías a concurso y varias secciones paralelas. El certamen dedica un apartado especial a la realidad trans en el ámbito rural y, especially, al choque que supone entre las costumbres y tradiciones y la irrupción de los medios digitales y los valores provenientes del mundo urbano. Este apartado cuenta con seis documentales entre los que se encuentran The silk and the flame de Jordan Schiele, presentada en la pasada edición de la Berlinale y que aborda la problemática patriarcal en la familia de la China rural, o The next guardian de Arun Bhattarai que nos acercará a los conflictos de una familia encargada de un templo en Bután ante el problema de la falta de continuidad de su trabajo en sus hijos, uno de ellos un niño trans al que nadie quiere aceptar como un candidato viable. La temática trans tendrá también su protagonismo en la sección oficial a concurso con dos producciones, Bixa travesty de Claudia Priscila y Kiko Goifman, y Señorita María: la falda de la montaña de Rubén Mendoza. Cierran la programación los documentales My wonderful west Berlin de Jochen Hick, reflexión sobre la identidad homosexual en el Berlín Oeste desde la aparición del muro hasta la actualidad, y Ver una mujer de la catalana Mónica Rovira, reciente estreno en festivales como el DA’ de Barcelona y el Festival de cine de Sevilla. Ambos directores estarán en el festival en un encuentro con el público.
Junto a la sección oficial, La Ploma nos ofrece otros seis largometrajes en su sección Panorama. Son cintas que, a pesar de haber recogido el reconocimiento de los más prestigiosos festivales internacionales, permanecen sin estrenar en nuestro país. En esta sección encontramos títulos como As boas maneiras de Juliana Rojas y Marco Dutra, Leonardo de plata en el festival de Locarno y Premio de la crítica en el festival de Sitges, o Les garçons sauvages de Bertrand Mandico, una fábula queer donde el género de aventuras se mezcla con el cine de Fassbinder y que también ganaría el premio Nuevas Olas de la pasada edición del festival de Sevilla. A estas dos cintas se unen los títulos Corpo eléctrico de Marcelo Caetano, I am truly a drop of sun on earth de Elene Naveriani, sobre la problemática de los refugiados de Europa del Este, Hoy partido a las tres de Clarisa Navas, sobre un equipo de futbol femenino, y four days, four nights de Jérôm Naveriani.
Además de los largometrajes, La ploma nos ofrece un programa de cortos con hasta 18 piezas breves divididas en cuatro programas temáticos: 1) Vínculos amorosos: historias centradas en construcciones afectivas de todo tipo, 2) Desvelar silencios: relatos que recuerdan la dificultad de vivir libremente la sexualidad y expresar la propia identidad en distintos contextos de represión; 3) Relatos en tránsito: piezas que ofrecen una visión diversa sobre cómo hacer didáctica sobre la transexualidad; y 4) Del deseo y la identidad: sobre la importancia del deseo sexual en la construcción de identidades colectivas. Besides, el programa de La Ploma se completa con múltiples actividades paralelas entre las que destacamos Mostra La Ploma als Pobles, que llevará las proyecciones a otros pueblos de la comunidad. G.LEON