El 17 de febrero de 1894 en el Teatro de Apolo de Madrid Tomás Bretón y Ricardo de la Vega ponían, sin saberlo, una pica en el Flandes del teatro lírico español: con las hechuras de la zarzuela grande, la tonadilla escénica y el sainete de Juan de la Cruz o de Juan del Castillo encajadas en una hora, presentaban en ese día La verbena de la Paloma o El boticario y las chulapas o Celos mal reprimidos. Paisaje sonoro de un Madrid retratado con el realismo deformado por la acerada y sabia caricatura, en su paisaje musical destaca la nítida presencia del leitmotiv, usado con intención idéntica a la wagneriana en una partitura que fue precursora del cuplé y la revista musical y puso en la mente de don Ramón María del Valle-Inclán la grandiosa idea del esperpento, magistralmente servida en un tarro pequeño. Esta exitosa producción de La verbena de la Paloma del Teatro de la Zarzuela lleva la firma de Nuria Castejón y es un homenaje al desaparecido madrileño Teatro de Apolo, donde se estrenó el famoso sainete.
Moderado por Javier Casal.