El veteranísimo Mulatu Astatke es el padre del ethio-jazz, una visión del género que se nutre de su arraigo en África y del tránsito de su autor por ciudades como Boston, Nueva York o Londres, en las que ha residido a lo largo de sus más de cincuenta años de carrera. Su música fue durante años uno de los secretos mejor guardados para occidente, hasta que los inquietos coleccionistas de discos le descubrieron y cineastas como Jim Jarmusch y músicos como Nas, Damian Marley o Kanye West le reivindicaron, ya fuera con la inclusión de su música en bandas sonoras o con samples de algunas de sus composiciones. El 1 de febrero de 2009 ofreció un concierto en el Luckman Auditorium en Los Ángeles con una banda que incluía a músicos de jazz como Bennie Maupin, Azar Lawrence y Phil Ranelin, y que dio pie a una de sus grabaciones emblemáticas, el disco Timeless, recientemente reeditado. Es toda una leyenda en vida, a sus 80 años extraordinariamente llevados.
