Corte de Bosque nos abre un nuevo claro en el camino artístico de Manu Blázquez, mostrando por primera vez una serie de obras donde se da el comienzo del color, un comienzo “terroso”. La exposición propone un panorama de trabajos, desarrollados en la periferia de los últimos dos años, donde la geometría se presenta como anhelo de un espacio habitable, así como de un tiempo indefinido, apoyado en múltiples variaciones de grises que tienden a la sanguina. Un conjunto de sinopsias donde figura y fondo son la misma cosa.
Manu Blázquez (Valencia, 1978) desarrolla su investigación artística entorno a labúsqueda de sistemas gráficos y de traducción donde se relacionan los conceptos fundamentales de espacio y tiempo. Su trabajo plástico combina diferentes disciplinas, como el grabado, la escritura y la pintura; recurriendo principalmente al diálogo entre la geometría y la aritmética para la producción de su obra, pero prestando también atención a ciertos lugares ciegos donde se advierten momentos de fuga y parlamentos de líneas arbitrarias. A nivel conceptual, su análisis puede relacionarse a artistas que se han servido de cánones matemáticos para desarrollar sus propuestas visuales y profundizar en aspectos procesuales ligados a la programación humana.
Su trabajo ha sido mostrado en diferentes exposiciones individuales y colectivas, tanto nacional como internacionalmente. Ha participado en los programas de residencia artística Kulturkontakt Austria (2018), Real Academia de España en Roma (2022) y Casa de Velázquez (Academia de Francia en Madrid, 2022-2023). Su obra puede encontrarse en colecciones tales como; Ayuntamiento y Diputación de Valencia, Fundación Miró Mallorca, MAK Viena (Biblioteca), IVAM (Biblioteca), Fundación Bilbaoarte, Fundación Lázaro Galdiano, Fundación Banco Sabadell, Colección BASSAT,Colección DKV, Fundación Boghossian, Colección Galila’s P.O.C., Universidad Politécnica de Valencia, Academia de Bellas Artes de Bolonia, entre otras.