En el Ultrashow explico alrededor de unas 20 ó 30 ideas o imágenes mentales, una tras otra y sin importar demasiado el orden. Dura aproximadamente una hora y veinte minutos y estoy solo en escena. Las ideas que utilizo en el espectáculo las selecciono del material de anotaciones y dibujos que elaboro a diario.
Es un espectáculo cómico aunque las ideas no tienen porqué ser cómicas en sí mismas. Para desarrollar determinadas ideas me valgo de imágenes proyectadas en una pantalla (dibujos propios, imágenes encontradas en Internet y fotografías hechas con el móvil). El tono del discurso puede ser vehemente (como el de un telepredicador o un líder totalitario) y en ocasiones se torna coloquial e irreverente. Si bien llevo anotados en un papel los títulos de las ideas que quiero comunicar y explico algunas de ellas repetidamente durante varios meses, Ultrashow es un monólogo con pasajes improvisados y divagaciones inesperadas, a caballo entre la conferencia y la pieza teatral.
El Ultrashow comienza con un canto de apertura improvisado de cinco a ocho minutos de duración cuyo contenido e incidencias comento inmediatamente después de haberlo cantado. El canto y su comentario van seguidos de lo que llamo la introducción visual, que consiste en el comentario de una serie de diapositivas relacionadas entre sí por una idea general (el canto de apertura, el comentario del canto y la introducción visual suelen durar media hora aproximadamente). Después se inicia la explicación de ideas, que es interrumpida por un segundo pase de diapositivas, esta vez formada principalmente por dibujos no relacionados entre sí. El show concluye con la lectura de un texto de despedida autorreferente que ocupa la cara de un folio.