El Festival, organizado por la Universidad de Alicante y la Fundación Universitaria La Alcudia de Investigación Arqueológica, incluye 6 representaciones teatrales al aire libre, tres en el bloque de Teatro de la Enseñanza y tres en el de Teatro Profesional, todas ellas alrededor de mitos y leyendas de la tradición grecolatina, desde visiones tanto clásicas como contemporáneas.
El primer bloque acogerá los estrenos recientes del Aula de Teatro de la UA, Lisístrata. Occupy Acrópolis, y de la Compañía de Teatro UMH, El sueño de una noche de San Juan, así como la obra ganadora del VII Certamen Escolar de Teatro Grecolatino de la UA, Amores griegos: Safo, Alcíbiades, Hiparquia, a cargo del Grupo de teatro IES Pascual Carrión de Sax.
En el apartado de teatro profesional, Bambalina Teatre nos presentará su inmersión con títeres en el Edipo rey de Sófocles (en valenciano). Al día siguiente, y tras su estreno absoluto en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, Verbo Producciones llegará con la comedia La aparición, de Menandro. Finalmente, el festival cerrará con el gran éxito de Las niñas de Cádiz, El viento es salvaje, una recreación libre, tragicómica y gaditana sobre los mitos de Fedra y Medea con la que obtuvieron el premio Max al Mejor Espectáculo Revelación 2020.
Durante esta edición, paralelamente al Festival, los asistentes podrán participar además en un programa de visitas guiadas temáticas al Sitio Arqueológico, organizadas desde el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico de la UA, en horario de las 20 h y duración de 30 min.
El viento es salvaje – Las niñas de Cádiz
Despide el XII Festival de L’Alcúdia UA El viento es salvaje, de Las niñas de Cádiz, premio Max al Mejor Espectáculo Revelación 2020.
El viento es salvaje es una recreación libérrima de dos de los personajes femeninos más apasionantes de la historia de la cultura universal: Fedra y Medea.
Dos amigas. Tan amigas que son hermanas. Solo una sombra sobre su amistad:
«Mientras que una crecía confiada
Mimada por la vida y sonriente
La otra se sentía desgraciada…»
Las niñas de Cádiz despojan a Fedra y a Medea de sus peplos y las traen hasta nuestros días, convirtiéndolas en seres aparentemente grises. Solo cuando surja el conflicto asumirán de pronto una fatalidad antigua, bajo cuya influencia arrasarán con cuanto se interponga en su camino. De fondo, Cádiz, una ciudad de perfil macondiano, donde todos los elementos cotidianos adquieren una dimensión mágica que presagia la tragedia: el perturbador viento de levante, anunciado por la flauta del afilador y por la presencia del circo en las afueras de la ciudad, el trino de los pájaros, el coro de los vecinos… El viento es salvaje es una tragedia atravesada de punta a punta por la carcajada. «Es la herencia de la tierra de la que venimos, y a la que siempre volvemos, Cádiz, donde aprendimos que en toda historia terrible hay una paradoja que puede llevar a la comedia; y, al contrario, en todo arranque de humor hay siempre un fondo trágico».