DEL JUEVES 29/9 AL DOMINGO 12/2
IVAM. Guillem de Castro, 118
Finiquitada la Segunda Guerra Mundial, Europa se encuentra devastada y en un estado de shock del que irá saliendo poco a poco en la década de 1950, cuando una serie de artistas asentados en Dusseldorf, Amberes, Milán, Ámsterdam, París o Zagreb empezarán a alejarse del expresionismo imperante desde colectivos que buscan repensar el arte. Una generación de artistas que vivió la guerra de niños y quiso alejarse del vacío avivando el espíritu de la vanguardia más pura. Lejos del vacío. ZERO y el arte de posguerra en Europa revisa los principales movimientos que tuvieron lugar en el continente entre 1957 y 1966, desde que los jóvenes artistas alemanes Heinz Mack y Otto Piene convierten sus espacios de trabajo en salas de exposición y promueven exposiciones de una sola noche, las abdendausstellungen; hasta que disuelven la revista ZERO creada para acompañar la séptima de estas muestras. La colaboración entre creadores, la implicación del público, la autoedición, la figura del artista como comisario y organizador de exposiciones y eventos, la elaboración de discursos críticos y la gestión de debates estéticos fueron las aportaciones clave de unos artistas cuya labor quedó opacada por la eclosión de arte pop a mediados de los años sesenta y la aceleración con la que se sucedieron los movimientos artísticos a partir de entonces. Ellos, sin embargo, fueron vanguardia pintando con fuego, tratando la luz como material, haciendo vibrar la pintura, introduciendo el movimiento mecánico (arte cinético) e ilusorio (op art), preconizando la monocromía, el automatismo y la serialidad, y produciendo los primeros experimentos en el arte informático. Además del mencionado grupo ZERO de Düsseldorf (Heinz Mack, Otto Piene y Gunter Uecker), el IVAM recupera la obra de Piero Manzoni y Enrico Castellani (Milán), del grupo Nul holandés, del español Equipo 57 (Jorge Oteiza), o de Jean Tinguely e Yves Klein. El primero introdujo el movimiento en sus esculturas mecanizadas y el segundo fascinó a sus coetáneos con el desarrollo de la pintura monocroma, uno de los leitmotiv que más se extendieron. La nueva exposición del IVAM revisa los principales movimientos que tuvieron lugar en Europa entre 1957 y 1966 tomando como referente al grupo ZERO, cabeza de lanza de otros artistas conectados en redes internacionales de complicidad que dieron lugar a exposiciones, eventos, publicaciones, ideas y debates nuevos en la bulliciosa década de 1960. AU