A pesar de perder la audición en la infancia debido a una enfermedad, Antonia Singla trascendió su condición para erigirse como una de las más grandes figuras del baile flamenco. Su particular manera de sentir el ritmo, interiorizándolo para marcarlo con la fuerza de sus pies, la impulsó a conquistar escenarios de toda Europa. Compartió cartel con leyendas como Camarón de la Isla, Paco de Lucía y El Lebrijano, giró junto a Ella Fitzgerald, inspiró a Salvador Dalí y fue admirada por Marcel Duchamp. Jean Cocteau llegó a describirla como una artista que «escupía fuego por la boca y lo apagaba con los pies».
Antoñita es la última creación de Irene de la Rosa, inspirada en la fascinante historia de La Singla. Una propuesta que investiga la vibración, la expresividad y la esencia rítmica del flamenco más allá del sonido, explorando el cuerpo como una herramienta de percepción.
La Compañía Irene de la Rosa viene a darle una vuelta al flamenco. Su objetivo es romper moldes, olvidarse de los clichés y activar nuevas maneras de expresarse. Su apuesta por la innovación y la fuerza del baile para transformar y conectar con gente de todo tipo, fusionando la raíz con las tendencias actuales. Irene de la Rosa ha realizado para el Festival 10 Sentidos un taller con personas con sordera. La idea es vivenciar de primera mano sus experiencias y cómo perciben el ritmo, integrando esas voces y sensibilidades en la propia pieza.
