In these ten years of company we have traveled by very different landscapes. From the most aggressive to the most peaceful. We have encaled and we have remarried. Hemos conquistado islas desiertas y hemos caído en batalla. Tras tres años de sequía volvemos con un espectáculo que mira hacia detrás, inward. Volvemos al ensayo, ese mágico e incierto lugar dedicado al alumbramiento, a la epifanía y al desastre. Por eso nos quedamos en el ensayo. No vamos a salir de allí. Por eso nuestro Tributo es a nosotros. Por eso el espacio donde nuestros personajes van a habitar en un local de ensayo asfixiante, sin salida. Tributo es la historia de una banda de punk rock que está en sus horas postreras, en su declive. Han dado buena guerra en los escenarios como para no pasar inadvertidos pero insuficiente como para no ser olvidados. Tributo es un homenaje a nuestras frustraciones en clave de comedia. Un homenaje a nuestro futuro como compañía, a nuestra zozobra permanente. Un homenaje a la esperanza con arrugas y canas. Y en medio de todo esto, un concierto. Los Ramones actúan en Valencia. 1991. Sala de conciertos Arena Auditorium. Ahora ya no existe esa sala. Ahora hay un Consum. Donde ahora hay zumos con proteínas y pañales antes había un mañana.1
