Editorial Standard · 2018
Antonio Altarriba y Keko no dejan de servirnos buenas novelas gráficas. Con la misma estética que su anterior Yo, asesino, en blanco y negro y algún pequeño detalle de color (amarillo, in this case), guionista y dibujante han vuelto a parir un comic profundo y de enrevesada intriga con alta dosis de crítica social. Cuenta la historia de Ángel Molinos, trabajador de un observatorio de trastornos mentales (afiliado a una farmacéutica internacional) que crea perfiles psicológicos a los que se les pueda achacar una patología. Bajo la premisa de que para vender la píldora antes hay que vender la enfermedad. Como os podéis imaginar, la crítica que subyace a la industria farmacéutica es feroz, and the thriller con el que la construyen resulta entretenidísimo. S.M.