Astiberri · 2019
Mark Bellido se declara incapaz de escribir acerca de nada que no haya vivido en primera persona, por eso Salto nace de la experiencia personal, de los cuatro años que trabajó como escolta de políticos amenazados por ETA. El cómic nos cuenta como Miguel deja Castellón y su trabajo de repartidor de chucherías para dar el salto, con toda la familia, a Navarra, donde perderá familia, vida personal, seguridad y hasta el nombre. Ahora lleva una pistola en el bolsillo, se llama Mikel y mira los bajos antes de subirse al coche. Con unos personajes muy bien construidos y el trazo potente de Judith Vanistendael, a ratos expresionista, Bellido relata los últimos años de la banda terrorista y el día a día de protectores y protegidos. S.M.