Lema 2024: Hasta aquí llegará el mar. Nos acercamos inexorablemente a cambios que afectarán, queramos o no, a nuestra forma de vida. Las alarmas están presentes desde hace más de 50 años. El modelo productivo, político, económico, desde una perspectiva global, parece agotarse y al mismo tiempo avanzamos todavía más en la misma dirección, pisando más si cabe el acelerador.
Acostumbrados a panoramas apocalípticos desde hace años por la ficción, con películas de zombis o de cataclismos, da la sensación de que la reciente pandemia la hemos olvidado ya y no recordamos aquello que es más importante en momentos de urgencia, guardando esta experiencia como sí hubiera sido una ficción más. Continuamos adelante entre dos opciones antagónicas: aquella que nos propone volver prácticamente a una vida de mínimos o aquella que nos promete colonias en Marte y robots en cada casa.
Mientras tanto, las guerras culturales son utilizadas en una lucha por la hegemonía mediática que solo se interesa por quién se lleva el relato, arrasando el sentido crítico y poniendo la mirada muchas veces sobre el mundo de la cultura, como mundo simbólico, repercutiendo cada vez más sobre su capacidad transformadora.
Desde el Russafa Escénica continuaremos apostando por la diversidad, por una ancha parrilla de colores, esperando que en esta pluralidad podamos encontrar refugio, resistencia, sentido crítico, y que todo esto nos pueda, a la larga, dar herramientas para el día, parece que no tan lejano, que el mar llegue a nuestros pies.
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