Neologismos como ecoansiedad o solastalgia se han colado en nuestro vocabulario de manera relativamente reciente. Desde la pandemia hemos podido observar que el ritmo al que nuestro planeta se deteriora está aumentando de manera exponencial, y para el ser humano este hecho no solo tiene consecuencias físicas, sino también psicológicas.
¿Cómo puede definirse la ecoansiedad? Es la inquietud, el desasosiego que algunas personas sienten al presenciar el deterioro medioambiental. En ocasiones estos sentimientos derivan en ansiedad, impotencia y tristeza que, si se cronifican, pueden llegar a ocasionar una pérdida de salud mental. Es fundamental visibilizar este fenómeno para concienciar a la ciudadanía y poner en marcha investigaciones y políticas públicas eficaces para combatirla.