Cuando Rob se subió al barco no sabía que nunca llegaría a su destino. O tal vez el destino le tenía reservado otro lugar. Una isla en la que lo único que encontrar será a sí mismo. El público acompaña a Rob la soledad de una isla que en realidad está en su interior. Y donde la imaginación se convierte en el único salvavidas. Danza y expresión corporal se suman como lenguaje a esta original propuesta que invita al espectador disfrutar de un buen naufragio.
Dramaturgia y dirección: José Puchades y Julieta Gascó, inspirados por Robinson Crusoe
Produce: Teatre de l’Abast y Zero en Conducta (Valencia)
Intérprete: Ramón Ródenas.