¿Quién no se ha sentido sobrecogido por la inmensa ‘Casta Diva’, una de las joyas más bellas de la historia de la ópera, que podría simbolizar por sí misma todo el arte del bel canto. Con ‘Norma’, Bellini ofreció al mundo operístico la obra maestra absoluta del bel canto, un modelo insuperable de belleza y emoción, elevando a la sacerdotisa gala, una mujer compleja y fascinante, a la categoría de mito para la eternidad. Una ópera que dejó una huella imborrable en Maria Callas, cuyo centenario se celebra esta temporada.
Norma, una sacerdotisa de los druidas, se encuentra dividida entre el servicio a su dios y a su pueblo y un idilio romántico por un procónsul romano, Polión, con el que ha tenido dos hijos. Su amor por él hace que intente acallar la rebelión en Roma, esperando conseguir la paz entre los pueblos y así no perder a su amado. Sin embargo, Polión se enamora de Adalgisa, otra sacerdotisa druida. Por ello, Norma convence a los druidas de que ataquen Roma. El amor entre Norma y Polión resurge y ambos se ofrecen juntos como sacrificio a un trágico destino, arder en la hoguera.
