En la delgada línea entre lo real y lo virtual, un actor se enfrenta a su propia imagen proyectada en una búsqueda incesante de verdad. Este innovador trabajo experimental, nacido durante la pandemia de la mano de una joven compañía valenciano-venezolana, explora el diálogo entre lo presencial y lo digital, cuestionando nuestras certezas en un mundo cada vez más difuso.
La obra trasciende la simple confrontación técnica para adentrarse en un territorio más profundo: el de la identidad fragmentada y la autenticidad en la era digital. A través de un ingenioso juego de espejos entre el actor y su proyección, la pieza desarma las contradicciones de nuestra existencia contemporánea, donde lo real y lo virtual se entrelazan indisolublemente.
De Aitor Aguirre.