La exposición, producida por el CMCV, a través de su programa Cultura Resident, parte de un mapeado del tejido local en el que se convocó a 80 artistas de los cuales 43 creadoras y creadores se han sumado a dibujar esta huella de forma colectiva, mediante entrevistas realizadas en el territorio. A ello se suman otras fuentes como los informes encargados por la AVVAC, los análisis del equipo de conservación puesto a disposición por el Consorci de Museus o las ayudas directas al sector otorgadas por la Conselleria de Cultura.
La muestra aborda tanto la transformación material y conceptual de las obras como la invisibilidad de los espacios de producción o sus condiciones habitacionales. Reflexiona, además, sobre la importancia de los archivos, la resiliencia y la recuperación de sus obras o, también, el impacto por la ausencia de cientos de ellas. Al mismo tiempo, pone en evidencia las frágiles condiciones estructurales del sector del arte, agravado por la dana. Entre las diferentes transformaciones a las que se refieren los artistas en sus prácticas artísticas, destacan en este estudio una mayor conciencia de grupo como colectivo; la exploración hacia lo digital o el uso de soportes menos vulnerables como el papel en lo material, almacenajes más seguros o la necesidad de crear o mantener redes de apoyo.
La exposición se articula a través de tres audiovisuales en los que los artistas se presentan cara a cara ante el espectador y relatan su experiencia en primera persona. A partir de las entrevistas se despliega un estudio en tres bloques centrados en el territorio; las huellas en la práctica y la recuperación del sector. La singularidad de las casas-taller acentuó la complejidad del impacto de la riada, que afectó de forma simultánea al ámbito personal y profesional de los artistas. Así, de este estudio se extrae que el 63% de los creadores participantes en el proyecto permanecen hoy en día en sus talleres, un 21% se ha reubicado y un 12 % todavía no tiene taller. Por último, durante el proceso de recuperación la emergencia ha puesto de relieve la importancia de la colaboración y la comunidad, haciéndoles tomar conciencia colectiva de su entorno y transformando su sentido de pertenencia.










