El FIB 2025 aterriza en Benicàssim con su habitual despliegue de artistas internacionales y la promesa de noches memorables junto al mar. Sin embargo, este año la música comparte protagonismo con una polémica que la organización del festival parece mirar de reojo. La gestión del festival está en manos de Superstruct Entertainment, una empresa controlada por el fondo de inversión KKR. En los últimos meses, se ha generado controversia tras conocerse la implicación de KKR en inversiones relacionadas con actividades en territorios ocupados palestinos. Ante esta realidad, la dirección del FIB ha optado por guardar silencio, evitando pronunciarse sobre el debate ético que ya ha provocado cancelaciones y tensiones en otros festivales gestionados por la misma compañía, como Viña Rock o Sónar. Mientras la organización mira hacia otro lado, la pregunta resuena entre asistentes y artistas: ¿es posible disfrutar del festival sabiendo que, aunque sea indirectamente, tu entrada puede contribuir a intereses económicos en zonas de conflicto? La decisión de acudir o no al FIB 2025 implica este año una reflexión personal sobre la responsabilidad individual y colectiva.
Tras esta necesaria reflexión ética, conviene detenerse también en la parte más estrictamente musical, donde el festival vuelve a apostar por una programación diversa y posiblemente más ambiciosa que en los últimos años pospandemia, aunque todavía lejos de alcanzarlo. El primer día lo encabeza la banda del actor y cantante Jared Leto, Thirty Seconds To Mars, con expectativas de ofrecer un espectáculo de rock de alto voltaje, junto a Bloc Party, leyendas del indie británico que siguen siendo un referente del post-punk revival. El pop alternativo y la diversidad llegan de la mano de Olly Alexander, icono queer y ex Years & Years. La energía de los argentinos Ca7riel & Paco Amoroso, capaces de mezclar géneros en una actuación vibrante, apunta a ser uno de los conciertos más recordados del festival. Soft Play, dúo británico de punk rock, completa lo más destacado del primer día a nivel internacional. En el apartado nacional, sobresalen los valencianos La Habitación Roja y el pop de Miss Caffeina.
El viernes brilla con el indie pop de la banda americana Foster The People, mientras que Maxïmo Park aporta el toque más británico a la jornada. Los habituales del festival Love of Lesbian, la chilena Javiera Mena y León Benavente también estarán presentes. El lado más provocativo y bailable vendrá de la mano de Samantha Hudson, junto a la frescura de Ginebras. Los sonidos más electrónicos llegarán con el canadiense Tiga, y Ella Eyre navegará entre el R&B y el pop.
El sábado, el día que suele congregar mayor afluencia de público, estará encabezado por los estadounidenses The Black Keys, quienes presentarán nuevas canciones antes del lanzamiento de su próximo trabajo, No Rain, No Flowers. El rapero puertorriqueño René Pérez, conocido artísticamente como Residente, y el ex cantante de Kasabian, Tom Meighan, interpretarán tanto éxitos de sus antiguas carreras como nuevos temas en solitario. La fusión de Califato ¾, junto a Iván Ferreiro o Viva Suecia destacará en el apartado de música nacional, mientras que la vertiente indie y más fresca estará representada por las madrileñas Hinds. Los británicos Hot Chip regresan en formato DJ set, y el electropop de Ojete Calor pondrá el punto más divertido, demostrando que, casi sin darse cuenta, ya llevan dos décadas en la música.
El FIB sigue siendo un festival referente a nivel estatal, aunque enfrenta retos evidentes para mantener su relevancia en un contexto cultural cada vez más exigente.