Quién les iba a decir al vocalista Sören «Sulo» Karlsson, el teclista Henrik «The Duke of Honk» Widen y el guitarrista Anders «Boba Fett» Lindström cuando fundaron Diamond Dogs en Katrineholm, Södermanland (Suecia) en 1992 que seguirían llevando el rock n’ roll por todo el mundo tres décadas más tarde.
Sulo y Honk siguen al frente de los perros de diamante, con Boba, miembro de los Hellacopters desde 1997, dedicado a la banda mandre, siendo Sulo el compositor principal y Honk el líder artístico. Los preceptos de la banda apenas han cambiado desde entonces; rock n’ roll influenciado por el rhythm & blues británico de los 70, los espíritus del glam, el boogie, las melodías de taberna y la suciedad y el desparrame de una fiesta pirata en la que la tripulación estuviera formada por Bowie, Marc Bolan, Elton John, los Faces y los Stones.
Sus shows energéticos les han llevado a compartir escenario con todo el mundo desde Ian Hunter, Dogs D’Amour, The Cult, Hanoi Rocks, Iggy Pop, Dan Baird o The Quireboys a lo largo y ancho del globo, siendo España una segunda casa para ellos donde, como la mayoría de bandas de aquel boom rocanrolero sueco del que surgieron, siempre han gozado de una fervorosa legión de fans. Sin embargo, lejos de la explosión de high-energy que abanderaban la mayoría de sus compatriotas, ellos siempre optaron por el sabor a whisky añejo del rock n’ roll clásico.
Y aquí siguen, en sus trece, con un nuevo disco bajo el brazo, About the hardest nut to crack, y metidos de nuevo en el estudio junto a la leyenda de la guitarra Chris Spedding para grabar un álbum de tributo al inmortal Little Richard.
Y lo más importante, esos treinta años tendrán una celebración especial, con 12 conciertos en España en mayo de 2024, en los que interpretarán de cabo a rabo su disco más celebrado, y un clásico de su tiempo, Too much is always better… than not enough (2022), además de muchos otros clásicos y sorpresas de su repertorio.
El rock ha muerto, ¡larga vida al rock!